Me gusta este lugar, la comida es rica y el espacio muy bonito. He tenido buenas experiencias ahí, te prestan juegos de mesa mientras esperas por tu orden y para mí al ser una alternativa de convivencia entre los acompañantes es un plus, me gusta visitar el lugar por esa razón. En tiempo de calor deberían tener cuidado con las salsas de los boneless, en mi ultima visita no estaba en muy buen estado y ordenamos bastantes, pueden mejorar en ese aspecto.
La comida muy mala, no supieron hacer un omelette no se podía comer de tanta sal y además quemado, chilaquiles verdes con pollo horribles el pollo sabía asedo o no sé cómo explicarlo lleno de pellejos muy malo parecían menudencias de pollo asqueroso, ahora entiendo porque está vacío.