
Qué joya de lugar. Nos alojábamos al otro lado de la calle y vimos por casualidad el Restaurante Playa Tortugas cerca, así que decidimos ir a echarle un vistazo. Desde que llegamos, Joshua nos recibió con una calidez y sinceridad que nos hizo sentir como en familia. Nos acomodó enseguida, se tomó el tiempo de preguntarnos qué nos gustaba y nos hizo recomendaciones muy atentas que resultaron perfectas.
Empezamos con el ceviche, que fue sin duda el mejor que he probado en mi vida. Normalmente no me gusta el ceviche, pero mi novio y yo no podíamos parar de comerlo. Vinimos a comer algo rápido y nos quedamos horas, simplemente disfrutando de la vista, la comida y la compañía de Joshua. Su hospitalidad fue genuina y sin esfuerzo, y contribuyó a mejorar nuestra experiencia.
Nos gustó tanto que volvimos al día siguiente solo para verlo antes de irnos. Esta vez pedimos la pesca del día a la parrilla y un plato de camarones con salsa de ajo, ambos increíbles. El restaurante en sí es sencillo, con comida increíble, un entorno precioso y un servicio personalizado que rara vez se encuentra. Restaurante Playa Tortugas es un lugar que te hace sentir bienvenido, apreciado y completamente a gusto. Es una experiencia que jamás olvidaré.