La comida es excelente, todo lo que compramos fue delicioso.
Sin embargo, no me quedaron ganas de volver ahí por el servicio del mesero. Muy cortante y sin mucho ánimo.
Casi parecia que no quería que lo molestaramos.
Solo le deje propina porque parecía que si no lo hacía se iba a molestar más. Aunque aún así parece que no le agradó la cantidad que le dejé. Yo creo quería una propina de 100 o 200 pesos.
No pienso volver a esa sucursal en un tiempo, mejor iré a Coacalco o plaza Aragón.