Romeo's Pizza en Monterrey

La pizza esta excelente y la atención fue buena, volveré seguramente

Un lugar sencillo con comida muy rica y buenos precios. Se encuentra justo alado del paseo Santa Lucía, por lo que tiene una atmósfera muy romántica. El unico inconveniente es el tiempo que tardan en preparar los platillos, pedí una pasta y se tardaron 40 minutos aproximadamente en llevármela a la mesa. Si el servicio fuera menos tardado, sería perfecto.

Pizza aceptable, las salsas muy ricas. Personal atento y muy amable.

Un lugar sencillamente increíble, siempre había pasado por el lugar y apreciado este bonito lugar desde el paseo santa Lucia, hoy me animé a visitarlo y quede impresionada, las pizzas tienen 3 tamaños diferentes y hay variedad para escoger, en este caso elegimos la romeos especial, la atención al cliente excelente, un muy buen servicio, la pizza estaba riquísima y el ambiente muy agradable, fue una gran experiencia y ya no puedo esperar por regresaaaaar!!!!!! Sin duda, no tengo ningun punto a señalar, este lugar se podria convertir en mi restaurante favorito sin problema, me hubiera encantado poder dejar más propina:)))) ❤️ Nos recibieron muy bien, gran lugar!!!

Deliciosa comida italiana. Las pizzas en horno de piedra están uff buenísimas. Las pastas también, sobre todo la lasagna. Las ensaladas que he probado tmb me parecen buenas. El servicio y atención es muy bueno así como la presentación de los platillos. Muy recomendable restaurante a la orilla del Paseo Santa Lucía.

Muy rica la comida siempre que vengo a Monterrey con mi familia no puede faltar este lugar

Me gustó mucho la pizza y la agua de Jamaica sabe muy rica

La masa de la pizza se me hizo muy delgada pero tiene buen sabor, la pasta alfredo si esta muy rica.

Muy buenas sus pizzas en especial la romeos special realmente deliciosa

El lugar se vé limpio y se antoja al verlo desde lejos. El olor a pizza fresca atrapa a cualquier comensal que pasa desde una cuadra antes de llegar. Al llegar está todo lleno pero afortunadamente las mesas se desocupan rápido. Nadie te recibe, solo te saludan desde el mostrador pues tienen mucho trabajo. El mesero es una buena persona, agradable, conoce la comida del lugar, se apresura para ir y venir con la comida, con las cuentas, limpiando y preparando mesas. El servicio en resumen es lento pero muy bueno, lo cual en su momento llega a desesperar un poco pero se pasa cuando se le dá la primer mordida a la pizza. La pizza me recordó un poco a sabores de a México y de Roma, una combinación interesante, crocante, con masa delgada, bien elaborada, verduras en su punto y con aceitunas negras increíblemente deliciosas. La salsa d e tomate en su cantidad perfecta y con un tono dulce y el queso muy bien distribuido, une derretido y con un sabor muy agradable con un tono ligeramente salado y no grasoso. Con un poco de orégano y pimienta negra frescos y recién molidos y un poco de chile quebrado y salsa tipo inglesa, wow es una explosión de sabor que de verdad invita a no parar de comer. La pasta conquistador y en lo general, todas las pastas que venden, definitivamente no son su fuerte, pues esta sobrecocida, un poco apelmasada y con demasiada salsa y aderezo que se pierde por completo y se convierte en una mezcla sumamente cotidiana de cualquier lugar inexperto. El agua de pepino y limón, es una delicia refrescante que limpia el paladar a cada sorbo. En la mesa hay dos tipos de salsas, una. De chipotle y mayonesa que deja mucho que desear y una de Chile “Valentina”, lo cual ojalá y nunca la hubiese visto puesto acaba por completo con el sabor de la pizza. Los descuidos en la bases en donde colocan las pizzas y el no nivelar las mesas hizo que la mitad de mi pizza se cayera al suelo y de inmediato el mesero acudió a recógesela y dos minutos después regresó a decirme que mi nueva pizza tardaría 15 minutos pues me repondrían la pizza por cuenta de la casa. Estaba un poco enfadado pero ese control de calidad que hizo el mesero, hizo que nuevamente cambiara mi opinión del lugar. Así que solo puedo decir, el lugar es lento, pero muy bueno, con un mesero muy responsable y que da la cara por el restaurante y las pizzas son una verdadera delicia que con esa fusión de sabores hace que se disfrute de una agradable experiencia y encima junto al ruido del canal de Santa Lucía, de las fuentes y de las embarcaciones que pasan a cada rato, hace que todo en su conjunto me permuta decir que tiene su punto y su gustito y que vale la pena ir hasta ahí, para comer una rica preparación de pizza que cae perfectamente al sistema digestivo. Y para sorpresa, la nueva pizza que me repusieron estaba igual de magnífica que la primera. Deliciosa y comí hasta saciarme. Así que buen provecho. Mi recomendación es: hay que ir a comer ahí, aunque se tarde un poco. Y yo: regreso. Gracias por la pizza tan rica.