Por trabajo nos hospedamos por 3 semanas, lo primero que comento es que la atención del señor Wilbert y de su hermana es de primer nivel y eso se permea al personal que trabaja con ellos (en su mayoría), Se nota el esfuerzo por dejar una buena experiencia en sus clientes y en ayudarlos en lo que mas pueden, así como la dedicación al mantenimiento de las instalaciones tanto del hotel como del restaurante. Las habitaciones están limpias y la comida es muy rica, sobre todo la cochinita pibil que sirven en el bufet de los fines de semana.
El hotel está un poco alejado del centro (10 min) por lo que no es tan conocido en Valladolid, la alberca es un poco pequeña, pero teniendo tantos lugares que visitar en los alrededores, no tendrías ni tiempo para pasarlo ahi.
Los precios de hospedaje y comida son muy razonables, al alcance de muchos bolsillos y con el plus de lo rico de la comida y calidad en el servicio
Recomiendo ampliamente tanto el hotel como el restaurante y felicito al Sr Wilbert por llevar tan buena administración de su negocio, por supuesto que regreso en mi próxima visita a Valladolid.