Restaurante La Conquista en Izamal

Todo súper bien como de costumbre , pedimos cuatro platos y bebidas , el único pero cuando al pedir un vaso de chicha morada sin hielo , la camarera nos dijo que nos traería el vaso medio lleno , lo cual nos pareció súper cutre , no quería una bebida helada , y tampoco se nos dio la opción de pagar más y que nos trajeran el vaso lleno . Ya fue de risa cuando la mesa de al lado pide la misma bebida sin hielo y el camarero muy amable y como es lógico le trae el vaso completamente lleno. Creo que todos deberíamos tener el mismo trato y aún más si somos compatriotas ✌🏼

Local bonito, sencilla decoración pero muy acogedor. Hay como una zona que está algo mas apartada del resto del comedor y también hay mesas mas pequeñas para menos comensales con unos bancos colgantes muy originales.. La atención muy buena, atentos y agradables, te explican con todo detalle.. La comida muy rica, todos los platos que probamos tenían mucho sabor y además son contundentes en las cantidades Muy recomendable!!

Lugar de ambiente tranquilo y pura comida peruana! Todo riquísimo! Buen servicio. Gracias. Recomiendo probar el ceviche de corvina y los fetuccini de lomo!

El ceviche y la causa estaban riquísimos

Todo riquísimo y buen ambiente, para repetir!

La comida espectacular y un sabor increíble. El camarero nos explicó muy bien todo y sus recomendaciones fueron todas acertadas.

Restaurante de comida peruana de raices e influencias criollas, nikkei y chifa. En cocina tienen buena mano, Notable el ceviche pero sobresalientes las croquetas de ají de gallina y la causa acevichada (inexplicablemente sacadas de carta). Cocina visualmente cuidada, ambiciosa y cuyo emblema es la interposicion de capas de sabores en cada plato en un viaje del electrico ácido del ceviche al untuoso umami de la croqueta de ají de gallina. Extraña no encontrar ninguna receta en su carta con la tradicional salsa huancaina o la nueva rotación de platos que deja al comensal huérfano de algunos de sus clásicos . El servicio se ve superado en ocasiones de mucha afluencia pero por norma general es correcto.

Comida riquísima, opciones sin gluten que explican los camareros (majísimos), y decoración chula. Para repetir.

Decoración espectacular. Pedimos unas navajas , riquísimas con el toque a ceviche . Las croquetas crujientes. La leche de tigre, para mi gusto , demasiado líquido, pero de sabor rico . Y lo mejor fue el pato, nunca me gustó, le quise dar una oportunidad y creo q me ha empezado a gustar el pato, el arroz delicioso con esa salsita con toque de picante.

Hacía tiempo que una comida no nos sorprendía tan gratamente como la que hemos degustado ahí el local es muy bonito con los detalles muy cuidados y el personal muy amable y atento en todo momento. Recomendable por 100%. Volveremos