Soy clienta desde hace muchos años y tras haber estado un tiempo sin poder visitarlo, al volver me ha encantado comprobar siguen en la misma linea. Ahora mis amigos, mis hijos lo consideran lugar favorito y hemos vuelto a recuperar la costumbre de ir comer allí.
Mejorable el tema de las mesas puesto que hay gente que coge mesas para los niños y cuando han acabado no las sueltan aunque haya una cola de personas esperando
Local de toda la vida. Llevamos más de 25 años frecuentándolo.
Pizzas artesanas buenísimas.
Hamburguesas de ternera muy tiernas , aunque no llevan guarnición de patatas fritas pese a su precio.
Servicio muy rápido.