Mesón del Cid, México en Cuauhtémoc

La cena medieval es muy recomendable pero se extraña el vino en porron.

Muy bueno el gazpacho y el kalimotxo

el pasado martes visite el lugar y pedi lo mas tradicional el lechon, no me parecio el mejor un poco seco y sin carne, he probado mejores, el postre muy bueno!!

Muy buen lugar para pasar una noche muy... muy divertida. Buen lugar para pasar una velada totalmente diferente.

Excelente show, en especial los arlequines y músicos, ambientan muy bien el lugar, y el servicio es de primera

Hay un menú muy rico si te gusta la carne o si no desde la reservación haz la aclaración. El show es familiar, divertido y vale la pena el precio. Me encantó la bebida ROMEO Y JULIETA pídela vale la pena 👍🏼

La ambientación del lugar es muy padre y el servicio es bueno. Pero, los precios son muy elevados en cuanto a calidad de comida. El gazpacho no tenía la temperatura correcta y estaba insípido. El lechón también estaba insípido. El cordero y el cabrito estaban buenos.

Excelente restaurante de tradición!

Todo un clásico desde hace ya muchos años en su famosa cena medieval

Seguramente si los profesores de historia la hubieran contado asi yo debería haber exentado y pasado con mención honorífica pero... el mundo ... es como es. Así que hoy me atreví a experimentar lo que es una vivencia entre medievales, y no es broma pues desde la entrada te transforma en uno igual, y es que la música de flautin, el decorado, la media luz, y más, todo, todo te lleva a siglos luz de aquí. Una parte de la experiencia fue la comida que ese día nos brindaba brocheta de lechón, una preparación de vegetales con avena y como plato fuerte estofado de jabalí, importante es decir que tu paladar debe ser conocedor o no disfrutaras estos preparados, eso si, desde el inicio de la cena y hasta el final vino a discreción, así que en ese día tome la motivación de todo un mes. Aparte merece un espacio el show que nos dieron y si tú vas un sábado cualquiera podrás admirar las habilidades del franciscano, los malabares de un jugaron, la danza de los velos y espadas, la destreza de una bailarina del aire, de la impresionante altura de los zanqueros, además de la alegre música celta traída desde la misma Macedonia, y para rematar nos animó una Tuna con sus cánticos y coplas. Todo de primer nivel para amenizar una cena que se fue a tres y media horas dentro de este mesón moderno.