Muy caros los alimentos y el servicio fue pésimo, buen sazón la comida, las micheladas cuestan $140 x 2 pero te llenan de hielo el vaso más que de cerveza. Ellos te dicen donde sentarte por que ya está reservado el centro de la palapa. Solo cuentan con tres regaderas y dos sanitarios a la entrada de la playa. Las mesas están sucias de los comensales anteriores. Ambiente tranquilo.