Me agradó que abrieron incluso el 1 de enero y pues eso se agradece. Una carta muy completa y con buenos precios. Igual me gustó que puedes poner música con un control, la bronca fue que el control se quedó sólo en una mesa y nunca se movió de ahí.
Quizá soy yo la que no congénia con los gustos actuales, sin embargo, la música no permitía el diálogo, los géneros pues canciones muy bulgares y obscenas; dentro del menú, un platillo, decía hamburguesa con tototopos y guacamole (sirvieron nachos en lugar de y adentro de la hamburguesa) el pan demasiado suave y todo se remojo causando desastre al comer. La señorita que nos atendió muy amable sin embargo le ganaba el quedarse a platicar con algunos clientes.
El lugar muy bonito la atención muy correcta, solo que si pagas con tarjeta te piden el 3.5 de comisión y la propina es sugerida al 10% pero viene incluida en el ticket