ER RRE un bistró en Miguel Hidalgo

The food was excellent, the restaurant was too noicey and it was very hot inside

Un lugar pequeño y cozy, pero mucho murmullo y no se puede platicar bien. Por otro lado, hicimos reserva en mesa y nos querían poner en la barra. Luego se pusieron dignos porque dijeron que nos dieron la reserva pero no dijeron donde.... Total que después de una buena molestia nos dieron la mesa. Comida deliciosa, y los postres wow.

Imposible mejor ! Comimos delicioso y súper ambientado

Gran lugar acogedor para cenar en las zonas tranquilas de Polanco. Definitivamente vale la pena intentarlo. Asegúrate de hacer una reserva con antelación ya que suele estar lleno.

Servicio rápido y amable. El pan de papa es delicioso! En general todo lo que pedimos nos encantó.

El lugar, sencillo, pequeño, acogedor, como buen restaurante de barrio. La comida deliciosa, los sabores que logran son excepcionales, especialmente en el pan de papa y el risotto de langosta. Un detalle que no me encantó: no entiendo el criterio para asignar mesas, porque nos sentaron en la barra (a pesar de ser las primeras en llegar), pero durante nuestra permanencia en el lugar, dos mesas para dos personas (que nos hubiese gustado ocupar), permanecieron vacías.

La comida es deliciosa sobre todo el pan de papa con mantequilla y caviar. Pero, el lugar muy chiquito, el servicio deja mucho que desear ya que parece que te están corriendo. Y el ambiente es muy ruidoso para disfrutar una comida acompañado

Me gustó todo de aquí. Vine a comer/cenar sola entre pendientes y me sentaron al bar, lo cuál fue fantástico pues me tocó ver como preparaban y acababan todos los platillos que salían de la cocina. El servicio fue realmente superior y la comida ni hablar. EXQUISITO TODO. Además, la carta de vino por copeo está súper bien seleccionada. El lugar es pequeño y siempre está lleno, así que, aunque yo tuve suerte y logré que me sentaran sin una, recomiendo absolutamente hacer reservación.

Muy bonito restaurante pequeño e íntimo, la comida era deliciosa y muy bien servida.

Es, sin lugar a dudas, el mejor restaurante de la CDMX (probablemente de México). Simplifica su oferta en pocos platos de gran calidad y sofisticación, el espacio es - austeramente - perfecto. El Orzo y Onglet imperdibles, al menos traten un "plato del día". Lo único malo de este lugar es el servicio de Ismael, deja muchísimo que desear.