De La Tierra en Huimilpan

Todo es bueno, sólo que tardan un poco con los alimentos. Así que si vas sin presión es un lugar ideal.

Que lugar tan bonito, que tranquilo y si admiten mascotas. Lo que consumimos estaba muy bueno. Observe algunos platillos con una presentación muy bonita y bastante abundante

Antes de ir preguntamos si era accesible para silla de ruedas. La respuesta fue SI. Pero, es todo lo contrario. Nada recomendable llevar a una persona en silla de ruedas. Lo peor es que nos vieron cargar a la persona y nadie del restaurante fue para acercarse a apoyar. Mejor la clientela ayudó.

Es un lugar maravilloso que te conecta con la naturaleza. El trayecto para llegar se disfruta con una carretera en doble sentido y el paisaje que lo rodea. Al llegar, es un lugar rústico pero armónico, es un lugar abierto y vincula cada platillo que pruebas con su origen orgánico. Los meseros atentos y Es importante caminar al rededor ya que es un terreno grande con huerto donde puedes disfrutar de la tranquilidad o tomar fotos. Antes de salir puedes visitar la tienda de plantitas para iniciar tu huerto en casa o simplemente plantas de ornato además ofrecen productos de su creación, naturales y organicos.

Un lugar muy bonito, con gran potencial. La comida abundante, pero no es la mejor. Los omelettes no lo son, es una tortilla de huevo muy seca. Demasiado tiempo de espera. No es buena la relación calidas-precio.

Como sugerencia, tengan una lista de espera física y anoten quien llega primero, porque me tocó llegar y esperar y pasaron a personas que llegaron después de mi. Con relación a la comida, las porciones son bastas pero en lo personal el sabor no me atrapó, los meseros parecen un poco desorganizados (tal vez por la carga laboral). Es un concepto de lugar muy padre, muy bonito, pero como que le falta algo que te enganche y te haga querer regresar. Finalmente, no hay mucho espacio para estacionar, bueno no hay un estacionamiento como tal, es una calle de terracería donde dejar tu auto.

El lugar es muy bonito, llegamos a las 10, ya había gente y nos atendieron rápido pero media hora más tarde ya había gente esperando lugar y quienes iban llegando no eran atendidos en su mesa, una persona para solo un área se me hizo mucho, porque éramos 9 mesas, la comida tiene buen sabor, sus bebidas ricas, más no espectaculares, pero los costos son muuuuuy elevados

El lugar es muy bonito, tranquilo, alejado de la ciudad para despejar la mente. La comida es rica, las porciones abundantes y de buena calidad, las combinaciones de lo que probé me encantaron. Lo que recomendaría si quieres conocer el lugar, es que no llegues desmayando de hambre y con prisa, porque se tardan en llevar los alimentos. Volveré 😋

Todo rico y un lugar muy agradable al aire libre

Recomiendo las pizzas y los chilaquiles con arrachera, me sorprendieron las porciones ya que son bastante grandes, tienen buen sabor y precio accesible. El jugo verde, smoothies y el café de olla, me agradaron. La atención por parte del personal fue muy buena. En general el ambiente me agradó ya que todo es muy natural.