Cafeteria lorenzillo en Cuernavaca

En punto ! Vale la pena la visita

Buena comida, buen servicio, comida deliciosa!

Toda la tarde y no aparecio el cocodrilo jiji

Tenía mucha ganas de comer langosta y al busca lugares me topé con Lorenzillos, me sorprendió su gran variedad de platillos con este ingrediente por lo que decidí ir ahí. En general tuve una buena experiencia, el personal es muy amable y la atención me pareció muy buena. La comida es rica pero tampoco me pareció espectacular y el precio si es bastante elevado. Pedimos un ceviche verde de langosta, que sinceramente no traía mucha langosta, era más pepino, tomate verde y cebolla. La pasta estaba muy buena pero tampoco tenía mucha langosta. De cortesía te dan una empanadas de pescado, lo cual se me hizo un buen detalle, y la canasta de pan está muy variada y rica. De postre pedimos un pay de queso, la verdad es que fue lo que menos me gustó, demasiado empalagoso. Como dije, la comida si es buena, pero no me parece que el precio de los platillos se justifique con lo que te dan. La cuenta fue de más de $2000 pesos y eso que no pedimos ninguna bebida alcohólica. Eso sí, los mariscos saben bastante frescos y el servicio fue muy rápido.

Un lugar precioso , desde que llegas eres muy bien recibido , la comida es 10 / 10 , la atención es excelente , nuestro mesero Telésforo muy atento y muy amable , nos recomendó la langosta a las 3 calaveras que estaba exquisita , en general todo muy rico , gracias por atendernos en esta visita ❤️

Lamentablemente no fue como se esperaba, la comida no era nada especial, pero el pan muy bueno, fresco y la vista hermosa. Pero fue la primera y la última vez para nosotros.

Siempre una gran experiencia. ¡El servicio es excepcional! El ceviche fue maravilloso. El pescado estaba un poco seco (pedí asado) pero las salsas eran geniales. Increíbles atardeceres La pasta con marisco estaba muy buena. Increíble selección de vinos. Gracias por escuchar que era el cumpleaños de mi esposa. ¡Buena inclusión de losa de mármol fría con escritura de chocolate y postre!

Excelente servicio, atención y comida.

Lorenzillo's es uno de los restaurantes más bellos del mundo. No necesito ver todos los restaurantes del planeta para hacer una declaración tan elevada, estos son sólo los hechos. Una experiencia gastronómica rara vez es mejor que esta, y caminar por sus pasillos de madera teñida de oscuro le brindará una sensación de comodidad y elegancia del viejo mundo. El servicio aquí es uno de los mejores que he experimentado, lo que hace que toda la comida sea perfecta de principio a fin. En las dos décadas transcurridas desde mi primera visita, nunca he experimentado la misma increíble sensación de satisfacción que proporciona una cena al atardecer en la terraza envolvente. Sin embargo, el mismo tradicionalismo clásico que los ha hecho resistir la prueba del tiempo como un destino gastronómico de primer nivel ha comenzado a exponer algunos problemas en la cocina. La famosa canasta de pan era solo la mitad deliciosa, la otra mitad era seca y suave y mucho más adecuada para comida para peces arrojada sobre la cubierta con la esperanza de atraer un famoso avistamiento de cocodrilos. Comimos vieiras gomosas apenas doradas, camarones demasiado cocidos y tres platos principales de pasta que eran bastante deliciosos, pero aburridos y casi indistinguibles entre sí. Es necesario simplificar el menú abrumadoramente amplio, y las recetas viejas y gastadas necesitan desesperadamente una inyección de técnicas culinarias modernas e innovación. Lorenzillo's solía ser la mejor comida aquí, pero la revolución culinaria hace tiempo que superó al Caribe mexicano. Los chefs están poniendo sus corazones y almas en todo, desde tacos en la pared hasta elegantes restaurantes de comida fusión, ofreciendo comidas de calidad excepcional a todos los precios. Todos disfrutamos mucho de nuestra cena aquí, pero nada fue tan notable como el ambiente del comedor en sí. Un lugar tan hermoso merece una comida igual de impresionante, o temo que quede cubierto de polvo como un monumento a la elegancia del viejo mundo del pasado de México.

Buen servicio, comida mediocre. El sabor estaba bien, pero los platos y la presentación no estaban a la altura de lo que esperaría a este precio. El cheviche de langosta estaba realmente bueno. Y más por la visita del cocodrilo.