Les quedó excelente la remodelación, la atención de los meseros es buena y rápida, solo hay un wey tatuado que te pone cara de huele pedo para todo.
El trago es barato, el audio es bueno y la música también.
Los sábados tienen grupo en vivo y se la rifan.
Tienen dos mesas de billar que no tienen costo extra, pero están tan juntas que a veces debes esperar que la otra mesa termine su tiro para que tú puedas jugar.
Pedí las papas brothers y no saben a nada.
La remodelación fue un cambio extraordinario, tanto en las instalaciones como en la carta de bebidas y precio! Que bueno que trajeron un concepto así a Cuernavaca, ya que solo existe en CDMX!
Los precios están excelentes para el tipo de restaurante (segmento) donde se encuentra!