Aromi e sapori, México en Miguel Hidalgo

**Opinión sobre Amori Sapori, Ciudad de México** Amori Sapori, ubicado en el bullicioso corazón de la Ciudad de México, se posiciona como un faro de la tradición culinaria italiana. Mi reciente experiencia gastronómica allí fue mixta, ofreciendo tanto momentos de deleite culinario como casos de oportunidades perdidas. **Los platos:** - **Lasaña boloñesa:** Este plato clásico se preparó con un equilibrio encomiable de salsa de carne y bechamel, en capas entre láminas de pasta que estaban justo al dente. Los sabores eran reconfortantes, aunque no innovadores, y proporcionaban una base sólida para lo que estaba por venir. - **Tagliatelle Calabrese:** Aquí, Amori Sapori realmente se destacó. Los tallarines estaban perfectamente cocinados, con una salsa que contaba con una mezcla armoniosa del picante de los chiles de Calabria y la riqueza de la salchicha de cerdo. Este plato no sólo destacó por su perfil de sabor sino también por su presentación, que era a la vez elegante y atractiva. - **Carpaccio de salmón:** Desafortunadamente, este plato fue un paso en falso. El salmón, en rodajas finas y destinado a ser la estrella del plato, carecía de la textura delicada y la frescura que se espera del carpaccio. Los elementos que lo acompañan hicieron poco para realzar el salmón, lo que resultó en un plato que se sentía fuera de lugar, especialmente en comparación con la delicadeza que a menudo se encuentra en el manejo del pescado crudo en la cocina tailandesa. **Servicio:** El servicio de Amori Sapori fue atento sin ser intrusivo. El conocimiento del menú por parte del personal fue evidente, lo que contribuyó a la experiencia gastronómica al ofrecer recomendaciones y explicaciones detalladas de los platos. **Conclusión:** Amori Sapori en la Ciudad de México es un lugar donde las máximas son muy altas, pero las mínimas pueden ser algo decepcionantes. Para aquellos que buscan probar Italia en México, los Tagliatelle Calabrese por sí solos podrían justificar una visita. Sin embargo, la inconsistencia, particularmente con el Carpaccio de Salmón, sugiere la necesidad de refinamiento en ciertas áreas de su menú. Si Amori Sapori puede mantener la excelencia que se ve en sus mejores platos en todos los ámbitos, fácilmente podrían convertirse en una visita obligada para los entusiastas de la comida en la Ciudad de México.

La primera vez que fui estuvo delicioso. La segunda vez la pasta estaba fría.

El lugar es tranquilo, con pocas mesas (en mi parecer eso lo hace ver más coqueto). El personal es amable. Las bebidas 10/10. La comida 10/10 (recomiendo en lo personal los ravioles rellenos de pato). El precio adecuado, ni muy barato, ni muy caro.

¡Este lugar será mi lugar favorito desde ahora! Soy italiana, vine con mi novia y ¡todo es absolutamente espectacular! ¡Si cerrara los ojos podría pensar que estoy en Italia! Chicos si quieren sentirse en Italia viviendo en la Ciudad de México vengan a este lugar - las pastas son simplemente increíbles - carnes frias y aperitivo ¡guau! - desierto, ¡guau! ¡Solo ven y disfruta!

Todo lo que probamos estaba delicioso y el servicio fue genial.

Un lugar chiquitito escondido en Polanco con u a gran propuesta de comida Italiana. La pasta al dente y de lo mejor que puedes pedir el risotto y la tabla de carnes. El café no es su fuerte pero ña comida vale la pena al 100%

Un poco lento pero vale la pena la pasta

Un gran lugar, super confortable, muy pequeños, servicio super atento, rápido y con buenas sugerencias. La comida impresionante! Muy casera y super deliciosa. Precios decente y hay descorche. Voy a regresar mi has veces. Los ravioles de hongos y la lasaña una cosa maravillosa.

Los ravioles de ricotta con limon amarillo estaban deliciosos!! La pasta de fungi estaba buena sin más. De postre pedimos tarta de pera y la pera estaba como caramelizada, pero habia pedazos quemados entonces estaba amarga.

El lugar es pequeño, pero acogedor, nada especial. El servicio bueno, amable. Pedimos un tinto de verano, que estaba bastante malo, con demasiado limón. Dejamos la mitad. Una pasta carbonara, que no estuvo mala, pero nada extraordinario. Los ravioles de espinacas con pato estuvieron mejor, eso sí fue diferente. El pan que ponen en la mesa estaba como del día anterior, muy duro. Porciones suficientes para una persona, pero precios demasiado elevados para lo que es.