El lugar está muy bien. Yo no pensaría que en una plaza tan cutre encontraría esto.
Es una opción más a las pocas cafeterías que hay en la zona.
El café: Nada del otro mundo, pero no por esto es malo, sabe a un café de casa, a uno de olla hervido o de cafetera hecho por tu tía ya grande. No es un grano estrafalario con notas a naranja o ácido. Es balanceado. Es americano pero curiosamente sabe a hervido o de cafetera.
Los postres: Muy deliciosos, el chocolatín súper crocante y el quequito suave al paladar.
El lugar: Agradable, en la vez que fui, con música ochentera suave, para poder platicar y una variedad de aproximadamente diez juegos de mesa
El servicio: Bueno, no intrusivo para pasar horas.
Definitivamente si eres de San Nicolás, sabrás que, a diferencia de Monterrey hay pocos cafés fuera de Tim o Sbux. Es bueno las cafeterías propias.
Yo personalmente no me daría la vuelta hasta allá si no eres de ahí, pero si eres de la zona es una buena escapada.
P.D: Quise tomar una buena foto, pero traía hambre y el pan sí está súper delicioso.