Este es un lugar sencillo a la vuelta de la esquina de la catedral en la plaza principal.
Seamos claros: este es un comedor, el tipo de lugar que frecuentan los lugareños, que en su mayoría piden comida para llevar, aunque hay un par de mesas. Tres mujeres dirigen el lugar y cocinan muy bien. Los precios son exactamente lo que esperarías en una ciudad como ésta: asequibles. La comida es deliciosa; Comí tacos al pastor y quesadillas con tinga de pollo, ¡muy recomendable!
Se aceptan pagos con tarjeta.
Hola, Alma, ¡sonríe más a menudo!
Las crepas están fabulosas, buena variedad de combinaciones y lo que más me gustó o fue que las sirven bastante bien. El chico fue amable y rápido con nuestra orden. Lo único es que no tienen pago con tarjeta 🥹