Lugar muy descuidado, nada que ver con las fotos que muestran aquí. La atención es mala; la persona que atiende estaba viendo un partido y hasta que se acordó, se levantó para atendernos. Nadie te saluda ni te indican qué venden. Te sientas en las mesas y parece que no existes. Todo está muy desordenado y lleno de cosas amontonadas. Mejor ahórrense la visita, será una mala experiencia. El único taco decente es el de alambre.
La experiencia más horrible del mundo. Pedí el Ume Sour que lleva vino espumoso y que al servírmelo me di cuenta que estaba mal hecho y sabía a pura azúcar, le ponen tanto hielo que no dejan espacio para el espumoso. La persona que me lo trajo a la mesa le puso dos gotas de vino las cuales se derramaron todas y ella no hizo nada al respecto, tuve que llamar a la mesera para que limpiara el desastre que la otra chica dejó y ni siquiera se inmutó ni hizo nada por limpiarlo. Pedí más vino espumoso y me acerqué a la barra a pedir más pues el trago estaba horrible, después se acercó a mi la persona que me lo sirvió y me ofreció un shot de espumoso el cual acepté y aprecié pues pensé que se habían dado cuenta de lo mal servido que estaba su trago. Para mi sorpresa me lo cobraron y al pedir una aclaración la “dueña” me dijo que si no me alcanzaba para pagarlo estaba bien y que no discutiría conmigo pues yo estaba fuera de mi mente. Increíble la pésima actitud que tienen y la poca claridad que manejan en su servicio y leyendo reseñas recientes me queda claro que el servicio y atención no son su fuerte y si no estás de acuerdo con sus abusos te tratan fatal.
Un poco de humildad y reconocimiento no le vendría mal a la “dueña” tan déspota, suerte en el mundo de la hospitalidad pensando que solo tú tienes la razón y tratando tan mal a tus clientes.