
Comenzaré por decir que la comida no está tan mal, esta okay, el chico que nos atendió fue muy amable, sin embargo, el señor fue muy grosero, se quejó de que no teníamos cambio (si, teníamos de 500 pero era lo que teníamos) y no se puede pagar con tarjeta. Creo que es del establecimiento tener cambio o por lo menos no enojarse con sus clientes por no tener feria. Al final pagamos con la feriasita que teníamos y no pudimos dejar propina porque nos quedamos sin nada extra. Y no se si le ha pasado a alguien mas pero al salir del lugar, mis amigos y yo comenzamos a tener picazón y todos terminamos con ronchas, no sabemos de qué, mosquitos no son, son unas ronchitas parecidas a las que salen cuando te pican pulgas, eso fue muy desagradable. No se si le haya pasado a alguien mas, no culparé directamente al negocio, pero casualmente a los 3 nos pasó y fue justo al salir de allí.
Lastima que nuestra experiencia no fue positiva y la verdad no volveríamos.