La comida en este lugar es deliciosa y realmente estuve teniendo una gran experiencia. Las bebidas también eran excelentes y todo parecía ir a la perfección. Fui solo y me quedé unos 35 minutos, por lo que pensé que una propina del 15% era justa y apropiada para el servicio brindado.
Sin embargo, cuando llegó el momento de pagar, le pedí al camarero que agregara una propina del 15% a mi factura. Para mi sorpresa, una vez que llegué a mi auto y revisé el recibo, noté que me habían cobrado el 20%. Decidí regresar para aclarar la situación, y cuando le pregunté al mesero al respecto, se puso muy nervioso y no supo qué decir. Le pedí que me reembolsara la propina y me dijo que solo me devolvería el 5% de diferencia. Insistí en que quería que me reembolsaran la propina completa, ya que no estaba bien que cobraran más de lo que había autorizado.
Al final me devolvieron la propina completa, pero esta experiencia me dejó un sabor amargo en la boca. La comida es increíble, pero prácticas como esta realmente arruinan la experiencia general y, sinceramente, no me dan ganas de volver.