
Pésimo servicio. Había un mesero pasado de kilogramos, una vez le pedí la cuenta y yo ya me había fijado en los precios estipulados en la carta. El mesero empezó a hacer cuentas mentales, no era la primera vez que lo hacía [yo fui cliente frecuente, las tostadas de ahí me encantaban]. Curiosamente me estaba cobrando $50 más, a lo que le dije que según los precios de la carta era mucho menos. Él se molestó demasiado, y me contestó en tono altanero "pues págame lo que quieras"... me molesté y le contesté "te voy a pagar lo que indica la carta, ni más ni menos. La última vez que fui, y no pienso regresar. No me arrepiento de no regresar, hay mejores lugares para cenar y que te tratan mucho mejor. Y ahora veo el local casi sin clientela.
Por cierto, unos metros más adelante venden lo mismo, con mismos precios pero te atienden excelente.