Restaurante Rias Baixas en Iztacalco

Pedí un burrito de arrachera, estaba muy bueno, por lo que no tengo queja... aparte pedimos en un par de ocasiones servicio a la habitación por lo que no tengo queja de la comida, lo único que me molestó es la atención del personal... en el servicio de habitaciones abrió mi hijo, menor de edad, porque yo me estaba duchando y le hizo hincapié en la propina... mi hijo entró a que le firmara el ticket y bueno.... pasó.... pero es que hoy que hemos bajado a cenar, casi no había gente en el restaurante, aún así el mesero tomó la orden y se perdió entre sala y la cocina, no venía a preguntar nada, cuando solicité un salero tuve que hacerlo a otro mesero pero no me lo trajo él... esperó a que el otro volviera... una pésima atención, y claro, yo estaba molesta por lo que cuando solicité que me cargaran la cuenta a la habitación, no puse propina, y se molestó, siendo notorio... pero la propina se gana, por un trabajo y atención bien hecha, no es obligatoria, ese es el sueldo. El hotel me ha gustado mucho, espero volver... pero que se les quite un poco al personal sentir que los clientes "debemos" darles propina obligatoriamente, y mucho más, que se les note de ésta manera cuando no la dejamos.

Pedí una entrada de tacos de camarón y una copa de vino, el estacionamiento se encuentra en el hotel, un lugar muy clásico, de lo único que llamo mi atención, fue el trato de los meseros, me sentí apresurado.