Naga Hibachi en Benito Juárez

Pésimo! Comimos en el último turno de las 21h, los empleados totalmente apurados, 21.15 recién nos sentamos y a las 22h ya salimos. Nuestra campana de extracción de humo no paraba de hacer ruido, súper molesto, se lo dijimos al mesero y como todo iberostar excusas y más excusas. Frente a nuestra isla saltó la alarma de incendios en el servicio, el cual quedó cancelado. Falta de mantenimiento. En todos los restaurantes de iberostar selección Cancún te apuran al comer a las 21h, me da pena por los empleados pero me veo obligado a dejarlo expuesto. No recomiendo reservar el turno de las 21h en ningún restaurante de iberostar Cancún. Habitación 409.

La experiencia es única. El chef prepara los platos justo delante de ti. El postre no estuvo a la altura de lo demás.

Creo que tenían poco personal porque nuestro camarero estaba literalmente corriendo para conseguir cosas y se estaba tomando un tiempo para conseguir bebidas. La comida es un menú fijo, pero la comida no era tan buena, se nota que los primeros 2 platos estuvieron sentados por un tiempo. Me encanta la sopa de miso, pero esta estaba bastante mala, no pude comerla. El sushi que se sirve como aperitivo era viejo y sin mencionar que la calidad era muy mala. El arroz frito era el mejor plato pero lo era. 1/3 cebollas. El espectáculo no fue realmente un espectáculo, se nota que el chef realmente no lo sentía. Teníamos 2 reservas adicionales que terminamos cancelando. El año pasado este restaurante fue definitivamente mejor.

El peor teppanyaki en el que he estado. El chef era agradable, pero faltaba talento para el espectáculo y no era muy interesante. Quizás hizo solo 2 o 3 trucos y eso es todo. El servidor brindó el peor servicio. Me tomó una eternidad traer bebidas, ignoré mi mesa un par de veces y también me olvidé de traer bebidas un par de veces. Le pedimos salsa de soja y se fue sin volver. El sushi con el que nos empezaron no era nada bueno. El arroz está demasiado húmedo y aplastaron el panecillo con tanta fuerza que todo quedó blando. Las algas están empapadas y el salmón del nigiri es muy fino y no lo suficientemente fresco. El pez simplemente se desmoronaba si intentabas recogerlo. Dos de las piezas eran solo queso crema y pepino y los panecillos estaban hechos con demasiado arroz. La comida teppanyaki estaba más que salada. Comí aquí toda la ingesta de sal de toda la semana. No nos quedamos a comer postre.

La atención como en todo el hotel es super amable y servicial. Dan show mientras cocinan delante tuyo. Y a destacar al Chef Jacinto que indicó nos cocinaran por separado ya que no nos sentiamos muy bien, y asi lo hicieron todos muy amablemente.