El morral de Judith en Pahuatlán

Ya no existe el restaurante, ahora es una tienda de artesanías

No es un lugar donde acostumbren a atender a tantas personas a la vez y eso puede influir en que el servicio sea regular en cuanto a la atención y actitud. A pesar de ello, bonita vista y comida rica (antojitos).

Ya van 2 veces que los visito en grupo y una delicia de comida, su encacahuatado de diez. Voy a volver el 1 de marzo con un grupo me encantaría probar sus chiles en nogada ojalá los hagan y su mole. La cocinera tiene muchos premios. El lugar claro es viejo tiene más de 300 años no esperen lujos y su baño esta pasando su cocina pero se agradece nos dejen pasar. Su flan napolitano y su café super rico.

Un lugar muy tradicional para comer "enchiladas", los típicos antojitos callejeros de la región, la orden se acompaña idealmente con chuleta o pieza de pollo o un huevo hervido, vale la pena pedir la proteína, es muy limpio el lugar y desde la terraza se ve el jardín del pueblo, una experiencia muy agradable para cenar. Es un lugar bien atendido, sin pretensiones, si no eres de la región ponte en el modo relax, porque las cosas se llevan su tiempo.