La cafetería se encuentra dentro de las instalaciones del Museo Franz Mayer y tan sólo ver lo jardines, es una invitación a sentarte, disfrutar y tomar un café.
Visitamos la exposición World Press Photo y no dejamos pasar la oportunidad de tomar algo y comer, pedimos unos molletes y qué gran sorpresa, no eran con el tradicional bolillo, más bien con un pan algo hojaldrado y honestamente qué gran sorpresa, estuvieron deliciosos, de los mejores que he probado; también pedí un café y me pareció malo, apenas sabía a café y el sabor no era bueno, mi sugerencia es que pidan otra cosa que no sea café o se llevarán una desilusión, sobre todo si eres amante del café.
En general comer algo en la cafetería es un gran plan, cuentan con ensaladas, pastas, empanadas, baguettes y gran variedad de bebidas calientes; lo más lindo de comer algo ahí, sin duda está disfrutar de los jardines y arquitectura del museo.
Los costos me parecen razonables, de los molletes y el café fueron $115.
The cafeteria is located inside the Franz Mayer Museum and just looking at the gardens is an invitation to sit down, enjoy and have a coffee.
We visited the World Press Photo exhibition and did not miss the opportunity to have something to drink and eat, we ordered some molletes and what a great surprise, they were not with the traditional bolillo, rather with a somewhat flaky bread and honestly what a great surprise, they were delicious, one of the best I have ever tasted; I also ordered a coffee and I found it bad, it barely tasted like coffee and the flavor was not good, my suggestion is to ask for something other than coffee or you will be disappointed, especially if you are a coffee lover.
In general eating something in the cafeteria is a great plan, they have salads, pastas, empanadas, baguettes and a great variety of hot drinks; the nicest part of eating there is undoubtedly enjoying the gardens and architecture of the museum.
The costs seem reasonable to me, the molletes and coffee were $115.