
Nórdico es un lugar que vale la pena visitar para quienes aprecian un café bien preparado. El menú, aunque conciso, abarca desde los clásicos hasta opciones más contemporáneas, evidenciando un entendimiento de lo que se requiere para ofrecer una experiencia de calidad.
Para los puristas, el Espresso es una excelente base para juzgar la calidad del grano y la destreza del barista, mientras que el Long Black y el Americano ofrecen una buena forma de apreciar las notas del tueste.
Las opciones calientes son reconfortantes, con el Macchiato como una opción ideal para quienes buscan un equilibrio entre la intensidad del espresso y una sutil capa de espuma. También me llamó la atención la inclusión del Dirty Chai, una fusión que a menudo es difícil de ejecutar, pero que aquí promete un buen contraste de especias y café.
El Brew Bar es donde realmente brilla la oferta para los conocedores. Ver métodos como el V60, Chemex y Aeropress en el menú es un claro indicativo de que se toman en serio la extracción y buscan destacar la singularidad de cada grano.
En resumen, Nórdico no es solo un café, es un lugar donde se respeta el proceso y la calidad del producto. Es un espacio perfecto para disfrutar de una excelente taza de café, ya sea que prefieras un método de extracción clásico o una bebida con leche. Altamente recomendable para quienes buscan una experiencia cafetera auténtica.