Sinceramente tenía muy buenas expectativas de este lugar, pero no lo recomiendo. Inicialmente fui por su barra de ensaladas que promocionaron en redes sociales y resulta que esa parte no abre los domingos, a pesar de que el horario de su puerta dice que si. Pedí una chapata y no tenían, pedí entonces una baguette de 3 quesos y la mesera me trajo una pasta 3 quesos, la acepté porque no tenían tampoco baguette. Preguntamos si uno de las bebidas se preparaba con leche y nos dijeron que no, pero resulta que si llevan yogurth, entonces antes de que nos la llevaran solicitamos cambiarla por una soda italiana, la cual nunca nos llevaron (la traían a la mesa cuando pedimos la cuenta).
La comida (tres platos diferentes de pasta) no es mala, pero tampoco es sorprendente. El lugar en sí, es bonito, muy cute, pero es lo único rescatable.
El estacionamiento es con valet y tiene un costo de 30 pesos.