Este pequeño local de lonches y tostadas es un sitio sencillo pero con mucho sabor, ideal para disfrutar algo rico sin complicaciones. El lonche de pierna es simplemente espectacular, con un sabor que me transportó a mi niñez: pan suave, relleno generoso y carne con excelente sazón. Es de esos platillos que uno prueba una vez y sabe que volverá por más. La salsa que preparan es otro de sus grandes aciertos; su sabor intenso y bien equilibrado le da un toque especial tanto a los lonches como a las tostadas. Probamos las de cuerito y pierna, y ambas fueron una verdadera delicia. Un detalle que me gustó mucho es que agregan un poco de crema para que cada cliente se sirva a su gusto.
No alcanzamos a probar las bebidas, pero los licuados y el chocomilk lucen irresistibles, así que planeamos regresar únicamente para degustarlos. Eso sí, la espera puede ser un poco larga, ya que todo se prepara al momento, pero la frescura y el sabor lo justifican. El local es pequeño, aunque cuentan con servicio para llevar, ideal si buscas algo rápido para disfrutar en casa.
La atención de las dos señoras que atienden es cálida y amable, siempre pendientes de que no falte nada. Sin duda, lo recomiendo ampliamente.