Es raro cuando la gente te dice que no tiene cambio como si fuera tu problema como cliente. Si no tienen cambio, y no se mueven para conseguirlo, quizás es porque no quieren vender, o no es su negocio; y por ende, no le dan mucha importancia a la situación.
Entré por primera vez en mi vida a un Tere Cazola, y fue este. Estaba acompañando a una amiga que iba a comprar un pastel. Pregunté si tenían algo vegano a lo que me contestaron que no. No tienen nada sin gluten ni lácteo. Ok. No esperaba lo contrario.
Lo relevante de mi experiencia es que mi amiga iba a pagar un tiramisú que costaba casi $435 pesos, con un billete justamente de $500 pesos. Al dar el billete a la cajera dijo con actitud que “no tenía cambio”.
Le respondimos que no traíamos cambio y que era lo que traíamos para pagar. A lo que contestó de nuevo que ella tampoco y que si queríamos, podíamos pagar con tarjeta. Respondimos OTRA VEZ que no, que nuestro pago iba a ser en efectivo.
¿Por qué uno como cliente tiene que estar resolviéndoles lo del pago cuando es su negocio y ellos son los que ofrecen los productos?
Entendería si hubiéramos querido comprar algo de $15 pesos y pagar con un billete de $500, pero no fue así.
Si en verdad quieren vender es responsabilidad de la tienda tener cambio. Sobre todo cuando esos productos se pueden conseguir en otros lados.
Pregunté si no podía ir a buscar cambio, porque nosotras no traíamos. El pastel costaba como $435, y el billete era de $500. A lo que nuevamente respondió que no.
Le comenté por segunda vez que nosotras no traíamos cambio, solo el billete de $500. Dijo que podíamos esperar a que pagaran otras personas. Esperamos y después de que pagaron las personas otra vez dijo que no tenía cambio, y hasta nos enseñó los billetes. Otra vez con actitud y con pinta de “pues a ver cómo le hacen, no es mi problema”.
Ante la negación de la empleada y su falta de acción para solucionar, mi amiga decidió ir a cambiar el billete al Súper Aki que está a un lado.
Ya estando ahi, vimos los pasteles. La verdad es que estaban muy bien. Y sin planearlo, los terminamos comprando ahi. Compramos dos pasteles de tres leches con fresa que eran del mismo tamaño que el tiramisú, y todo por menos dinero. Los pasteles costaron $175 c/u. En total fueron $350 por los dos, y si aceptaron el billete de $500.
Deberían tener cambio en efectivo. Perdieron a un cliente por no tenerlo, y por la actitud nada pro- activa de la empleada que no hizo mucho por resolver. A final de cuentas, mi amiga ahorró dinero, y compró dos pasteles en lugar de uno.
Fuera de eso, el lugar se ve limpio, y tiene aire acondicionado.