Para empezar, la actitud grosera de la señora que nos atendió como mesera dejó mucho que desear en cuanto atención al comensal, fue muy grosera la manera en la que respondía nuestras preguntas referente al menú. Pedimos un corte rib eye termino 3/4 y es la carne más dura, apestosa y con muchísimo nervio, la carne era incomible, deje más de la mitad del corte en el plato y la otra mitad en servilletas qué devolvía el bocado porque de verdad era incomible, para nada parecía un ribeye (se veía super rico pero de verdad no estaba rico)
Sus papas fritas estaban buenas, solo que el aceite que al parecer usan otra fritura profunda ya está muy quemado y le aporta un sabor a las papas no muy agradable.
El precio no es costoso, en una cena para 2 personas nos gastamos $600.00 sin embargo fue una total decepción por la atención de la señora que nos atendió.
El cocinero se veía amable pero de verdad que la atención de la mesera fue terrible.
NO APTO PARA NIÑOS.
Espero puedan mejorar debido a que sus instalaciones no son malas o deplorables