Son una delicia, eso sí, lo digo como extranjera y mi paladar difiere mucho de los locales.
El servicio es justo, el señor es serio, pero educado, ya con eso basta. El ambiente en el lugar es bastante caliente, primero por la paila para freír y luego porque tiene láminas, pero hay ventilador.
Para profundizar sobre la comida yo suelo pedir frijoles y queso que tiene un gran sabor, a mí me pica muy leve, no llego a enchilarme, me gusta mucho que el nivel de picor no sea muy fuerte porque yo soy bastante débil en ese aspecto. El sabor del frijol es único y tiene poquitas cebollas pero se nota que es parte de la sazón, de hecho no se siente al morderlas porque son súper suaves. El queso es muy rico, se derrite dentro del taco. Acerca del tamaño uno es suficiente para alguien que come poco. Dos son justos para mí, yo soy de buen comer. Ahhh y los chiquitos me parecen deliciosos pero esos se hacen bajo pedido.