
Eran mis tacos favoritos...
Pero este fin de semana salí decepcionada.
Sus diferenciadores eran la tortilla, la barra de complementos y el famoso grito " que va querer joven".
La tortilla ya es de máquina, aunque entiendo la eficiencia, la tortilla estaba reseca, se rompió de inmediato y no fue de mi agrado; siento que perdieron el "punch" de la tortilla hecha a mano.
Llegué pasadas las 10 am y faltaba que terminarán varias cosas de los complementos, afortunadamente ya tenían los limones cortados.
Aunque lo que ordene estaba bien, pasaron de ser mis favoritos a unos tacos pasables.
El servicio también decayó, al momento de cobrar parecía que la srita. Me regañaba cuando le decía que había ordenado y los demás se veían hartos, como sin ganas de trabajar.
Una pena, por años los recomendé y me ponía muy feliz verlos en redes sociales.
Desafortunadamente este fin de semana, regrese a casa con una mala experiencia y con la certeza que dejaré de recomendarlos.