Manfu es uno de esos lugares que no solo se disfrutan por su comida deliciosa, sino por el cariño y la calidez con la que te reciben. Desde que entras, se siente un ambiente familiar y acogedor que te hace querer quedarte. El local es sencillo pero muy limpio y ordenado, con ese toque hogareño que te hace sentir cómodo de inmediato.
Lo que realmente hace especial a Manfu es la atención de la familia que lo administra. Martin, el dueño, es un verdadero ejemplo de lo que significa ser un gran restaurantero en México. Siempre está pendiente de sus clientes, saludando con una sonrisa y asegurándose de que tengas una excelente experiencia. Se nota el esfuerzo y el amor que él y su familia ponen en cada detalle.
La comida es espectacular: auténtica, con sazón casero y porciones generosas a muy buen precio. Todo está hecho con cuidado, y se siente como si estuvieras comiendo en casa de alguien que realmente sabe cocinar comida china tradicional.
Sin duda, uno de mis lugares favoritos en Tijuana. Perfecto para ir con la familia, amigos o simplemente cuando quieres una comida reconfortante. ¡Muy recomendado!