Pésimo lugar, caro y la comida es regular, nada destacable, falta sazón. Lugar cómodo para estar.
La atención es buena al principio que quieren vender, pero a la hora de cobrar parece que te están regalando los alimentos.
Muy mala experiencia en este lugar, ya que una familia a una mesa de la nuestra tuvo inconvenientes con los empleados por no consumir lo necesario para hacer uso de la sombra y las mesas y comenzaron a discutir y a gritonear. Alegaron por una hora, y al final los obligaron a pagar un extra sobre su consumo.
No digo que el cliente siempre tenga la razón, pero por esa acción nosotros como familia nunca regresaremos ahí.
Los camarones a la diabla están malísimos, sabor horrible, raciones pequeñísimas y el sabor es pésimo,
En este lugar te confunden con los precios, y supuestamente puedes hacer uso del lugar con solo consumir, pero al final te marean para venderte lo que ellos quieren.
Los vendedores de los alrededores son intimidantes, se molestan y te ofenden si no quieres comprarles, todo carísimo, no te dejan comer en paz, definitivamente el peor de todos los lugares que frecuente.
De todo lo que ofrece la carta solo la mojarra frita vale la pena.
No puedo decir qué hay algo bueno por qué no lo hay.
Puerto Márquez es hermoso pero está repleto de vendedores. Esta más hermosa Caleta, muchísimo más barato, los vendedores respetan cuando te niegas a comprar, la arena es más suave y más cerca de la zona hotelera.
No vallan a este lugar si no quieren salir estafados y pasar un mal rato.