El lugar está bonito, limpio y bien ubicado, pero la experiencia no fue buena.
Al principio todo iba bien, pero uno de los pedidos tardó muchísimo en llegar, a pesar de que no había más clientes en el lugar. Cuando preguntamos, la respuesta fue grosera por parte de personas que, por su actitud y presencia, parecían ser los dueños.
La comida no justificaba los precios: porciones pequeñas, presentación poco cuidada, y lo que decía el menú no se reflejaba en lo que sirvieron. En esa misma zona hay opciones mucho mejores por menos.
Al final, la cuenta (que también tardó bastante) tenía errores con productos que no pedimos. Cuando señalamos el problema, la actitud volvió a ser negativa. Además, nos advirtieron que si pagábamos con tarjeta, nos iban a cobrar un cargo extra, lo cual no es legal en México.
En resumen: lugar bonito, pero mala experiencia. No lo recomiendo y definitivamente no volvería. Hay muchas mejores opciones cerca.