Sin mayor pretensión que presentar a los comensales un variado y original menú, El Navegante me permitió degustar el día de hoy en compañía de jóvenes preparatorianos, las delicias que la casa oferta a sus clientes. Debo decir que fuimos afortunados al ser atendidos personalmente por el dueño del lugar, don David Peraza, quien orgulloso de su propuesta culinaria, ofertó un desfile de platillos representando la máxima del buen gusto sinaloense. Callos de hacha, camarón de mar para pelar, unos extraordinarios y exquisitos tacos dorados sin precedentes en mi paladar, el pulpo al ajillo, el consomé de camarón, lo que pidas será sin duda, una continua experiencia de sabores que caracterizan la cocina de este singular lugar. Ausente de lujos en la infraestructura otrora restaurantes de afamadas cadenas de costosos lugares, promete llegar a ser un icónico representante de la cocina de mar sinaloense y más específicamente, culiche. Dense una vuelta y permitan dejarse recomendar por sus anfitriones, que sin duda, los harán regresar incontables veces.