Marcello en Cuauhtémoc

Trato excelente, desde que te reciben hasta que dejas el restaurant. Fettuccini increíble y súper, la carvonara se les pasó un poquito de tostado el tocino pero aún así estuvo bien. Calificación final 9/10 global Gasto promedio de 2 personas 1200 y salen satisfechos. Pdta: siempre te llevan cortesía a la mesa antes de empezar eso da puntos extra

Pedimos pasta con trufa,pizza y una entrada. Todo estaba delicioso, el servicio rápido y amable siendo oportunos, con una dinámica y estética muy distinguida

La comida deliciosa y el servicio excelente!!! Definitivamente regresaré !!!

Fui varias veces cuando apenas abrieron Marcello y quedé maravillada, todo estaba delicioso y la atención 10/10, pero la semana pasada que fui me quedé decepcionada, creo que bajaron la calidad de los alimentos o cambiaron las recetas pero no sabía igual que antes, me quedó mucho a deber. ☹️

La comida es buena, la carne tártara es una buena opción para compartir, junto con las pizzas, el capuchino de bayles es buena opción para acompañar con el delicioso tiramisú. Recomendación no te sientes afuera pasan muchas personas pidiendo dinero o vendiendo cosas

Una de las mejores comidas italianas que he probado. Fuimos allí dos veces durante nuestra estancia de 5 días. Todo nos dejó boquiabiertos

El lugar está muy Ku do, el servicio es rápido y muy atentos en todo momento, la calidad de los alimentos es buenísima, pero en especial, la pizza con pistache es una experiencia única.

Un excelente lugar, delicioso todo!

Tienes que pedir el helado de pistacho, es enorme y delicioso. La comida es un poco cara, pero todo estuvo bueno.

La comida era muy buena, es imprescindible si estás cerca, tomaría una gorra solo para comer aquí, vale la pena. El interior es precioso. El pan es muy bueno, comimos carbonara que era de otro planeta, boloñesa que estaba muy rica y pizza margarita que también estaba muy buena. El servicio se puede mejorar, no pude identificar a la persona a cargo, pero 1x anfitrión, 1x para bebidas, 1x para comida y otras personas que traen las comidas, no hay flujo en el servicio. Los dos jóvenes con camisa negra y sin uniforme (creo que los limpiadores) se desempeñaban mucho mejor que el resto de la camarera. Se podía notar que pocos de ellos habían estado trabajando allí por mucho tiempo, debido a eso, el modo diferido estaba activo en ellos. Un gran aplauso para los dos jóvenes con camisas negras.