Me atraía el concepto de comprar "tacos" en órdenes u órdenes gratinadas, al estilo sureño, pero la verdad es que es una decepción. Los precios son muy caros y los tacos y órdenes muy caciqueados. El plato que incluye carne al pastor y sirloin trae como 150gr al pastor y 20gr de sirloin, una persona tragona como yo no se llena y está demasiado caro pues apenas alcanza para hacer unos 4 taquitos miniatura con esa carne. El servicio es muy malo, los taqueros atienden los pedidos random, una mesa sí y una no, un comensal sí y uno no. Les falta orden. La mitad de los meseros no usan cubrebocas, los refrescos son muy caros para ser botellas de 355ml. En fin, debut y despedida, sirvió para probar algo diferente pero definitivamente no lo recomiendo, hay mejores tacos al pastor y quizás más caros, pero mucho más ricos y reportados.
P.D. No hay guacamole, solo salsas. Aunque para mí no es necesario, para mucha gente eso es como un insulto.