
Hicimos una reservación para un grupo grande, y a pesar de la noticia el lugar no se encontró preparado. No sé si por el tamaño del grupo o por otro motivo, nos limitaron el menú a la hora de llegar — lo cual puedo entender, pero nos hubiera gustado saberlo de antemano ya que la mitad traíamos antojo de chilaquiles y ya no había ningún plato que los incluía. Incluso media hora después de haber hecho nuestros pedidos, vino un mesero para avisar que ya no había de diferentes platos. El servicio tardaba mucho, lo cual es entendible por el tamaño de lugar, y creo que si alguien va solo o en pareja a lo mejor no sería tan problemático. Más que nada nos frustró la falta de menú, y que mucha gente hicieron sus pedidos y hasta muuuuy después nos dijeron que no estaba disponible el plato. Tardamos casi 2 horas desde el momento de sentarnos hasta que por fin todos tenían comida. Tuvimos que pedir varias veces la cuenta, después de darles a los primeros como que se les olvidó que los demás también queríamos salir.