El restaurante ofrece una buena experiencia gastronómica con comida y bebidas de calidad, pero necesita mejorar en la atención al cliente y en algunos aspectos del ambiente.
Para un intento de capuchino, el cual resultó ser un simple café con leche, de 75 pesos, de 400 mL, me resulta un robo, ya que el sabor deja mucho que pedir.
Mejor es comprarse un café de la sirenita.