
Viajaba con mi familia y al buscar en maps lugares para almorzar cerca del hotel me apareció entre otras opciones este agradable lugar, tomamos un uber desde el hotel, pagamos unos 80 pesos, llegamos y parecía más pequeño de lo que pensé pero resultó estar bastante bien de espacio, está en una esquina y hay mesas en interior y exterior, nos decidimos por exterior pues el clima estaba muy agradable, la chica que nos atendió, muy amable y nos explicó muy bien el menú, pedí unos sopes de varios ingredientes, todos ricos, pero el de cochinita superó a todos, mi esposa chilaquiles verdes con pollo, sabrosos y bien servidos, huevos con jamón y hot cakes, para los niños, se notaba buena mano para la preparación, ingredientes frescos y cariño para la presentación, el café americano estaba rico, de postre tostada francesa con fruta, muy rica, hornean su pan dulce y salado, el dueño estaba en el lugar y platicamos un rato con él, un emprendedor con buena experiencia en cocina y al pendiente de su negocio, eso siempre es un plus. Disfrutamos mucho la visita y sin duda lo recomiendo.