Las bebidas excelentes y el servicio también.
Sin embargo, tengo una queja del servicio por la cual no volveremos, a pesar de ser clientes regulares: el barista le dio un café capuchino a la mesera y no el latte que pedimos. No puede ser que el barista haya confundido un latte con un capuchino, por lo tanto, pienso que el barista quiso hacer quedar mal a la mesera. Necesitan explicarles a los meseros cómo es cada café, para que no haya esas conductas.
La persona con quién yo iba de verdad tenía antojo de un latte, y le amargó y puso de mal humor, tener que tomarse algo que no pidió, y sólo lo hizo por no hacerle un daño a la mesera, pues fue muy amable y linda (dado el caso de que le fueran a descontar o algo así). Nos gustaba mucho su cafetería, pero no queremos pagar los platos rotos de rencillas entre el personal o mala voluntad de quien prepara el café. Muy buenos, sí, pero no el que pedimos.