Ame este lugar desde que entre. Es un lugar muy pequeño que también hace la función de tiendita. En cuanto al pequeño espacio designado a la cafetería (desconozco cuanta antigüedad tiene) es muy acogedor y la decoración es muy agradable, me encanto que tienen varios libros designados a préstamo mientras te encuentras ahí.
Lo malo es que solo son 2 mesas y cuando llegamos solo estaba una chica atendiendo, se le fue juntando mucha gente que esperaba, ya después de unos minutos llegaron a apoyarla.
Repito, desconozco que tanto tiene este lugar abierto, si es nuevo es comprensible. Espero que funcione y puedan tener más personal y un espacio mayor.
Otro detalle que me encanto es que personalizan los vasos de café con diversos mensajes escritos a mano, ¡excelente idea!
Pedimos un bisquet de mermelada de fresa y otro de nutella, los cuales tenían estos ingredientes de forma abundante (lo cual siempre se agradece), el café es muy rico y hecho en el momento.