
Si están buscando un lugar con sushi de pésima calidad, publicidad engañosa y una atención deplorable, este es el lugar perfecto para decepcionarse.
Como alguien que conoce de sushi, puedo decir con seguridad que lo que sirven aquí es una burla: camarones cocteleros desabridos, sin limpiar y con riesgo de causar una infección. No solo es asqueroso, sino también peligroso para la salud.
La cerveza es otro desastre: mal sabor, claramente pasada y servida sin el menor cuidado. Todo en este lugar grita mediocridad y descuido.
¿El precio? Ridículamente caro. Pagamos $750 por dos personas con unas “promociones” que no valen ni la mitad. Con ese dinero comes en un buen restaurante. Incluso los puestos callejeros de sushi hacen un trabajo muchísimo mejor que este lugar, tanto en sabor como en calidad.
El servicio es otro punto bajo: una de las meseras con una actitud horrible, como si estuviera obligada a estar ahí. La otra ni siquiera conoce el menú. El chico que atiende tiene una actitud de “me da igual” que raya en lo grosero.
Los baños, compartidos entre hombres y mujeres, son un asco. Sucios, mal cuidados y nada higiénicos.
Lo único medianamente rescatable es que el lugar está cómodo, pero eso no justifica el desastre en el que se ha convertido este restaurante.
Pésima experiencia, mal servicio, comida barata y peligrosa, y precios de restaurante premium. Debería llamarse “el peor sushi de Ojo de Agua”. Evítenlo a toda costa.